miércoles, 18 de abril de 2012

Carillas

Las carillas de porcelana son una excelente alternativa para quien quiera mejorar  la estética de sus dientes, con un procedimiento sencillo y muy conservador gracias a los procedimientos modernos de adhesión y los avances en el manejo del color en los materiales cerámicos.
Actualmente con el advenimiento de los medios visuales de comunicación, una sonrisa bella y con apariencia de salud es muy apreciada, y se han cambiado los patrones de la  belleza tanto femenina como masculina, y es por esto del aumento en la demanda de un procedimiento que den por resultado una arcada dentaria cercana a la perfección.
Cuando existe defectos severos en los dientes, sobre todo en los anteriores tanto superiores como inferiores, el paciente se esfuerza por esconder lo que considera algo que deteriora su imagen, evita sonreír o abrir demasiado la boca, y en casos extremos utiliza las manos para cubrir sus dientes.
Se ha comprobado que la corrección de estas anomalías da por resultado un cambio psicológico de una manera positiva, al darle más seguridad sobre la imagen que proyecta ante la sociedad el paciente.
Una vez que el paciente acepta el procedimiento, es necesario que el dentista primero efectúe en el modelo del paciente un encerado diagnóstico y con el fin de no crear falsas expectativas del resultado al paciente, de esta manera también se realizará un análisis completo de la forma y el espacio requerido para dicho procedimiento.
También podemos mostrarle al paciente una aproximación del resultado final mediante programas de computadora desarrollados para este fin.




Las carillas de porcelana están indicadas en paciente con dientes desalineados, desgastados, machados, malformados, muy separados,  con pérdida de esmalte y dientes con rotación o volteados
El procedimiento, aunque se requiere por parte del dentista un entrenamiento especial, para el paciente no es molesto ni se utiliza una gran cantidad de tiempo en el sillón dental.
Consiste en una reducción del frente de los dientes entre 0.5 a 0.7 mm, desde un poco por debajo de la encía hasta el borde incisal, extendiéndose lateralmente hasta abarcar toda la cara anterior del diente.
El dentista tendrá que usar un tipo de fresas especial con el fin de de lograr una profundidad en los cortes uniformes.
Después de esto, se procede a tomar el molde de los dientes que se están tratando para fabricar en el laboratorio las carillas, no sin antes haber analizado el color y la forma más conveniente para el paciente.
Una vez terminado este procedimiento, el dentista colocará una protección temporal para subsanar los requerimientos estéticos del paciente, así como para proteger los dientes del medio bucal y de los cambios bruscos de temperatura, el cual consiste en la colocación de carillas temporales hechas de acrílico o algún otro material que satisfaga estas necesidades.




Una vez fabricadas las carillas en el laboratorio, se procederá a pegarlas con cementos especiales, para lo cual es dentista tendrá que aislar los dientes con un hule especial para evitar la contaminación de los materiales y asegurar su perfecta adhesividad.



 

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